Los errores típicos al instalar placas solares en una vivienda
Consigue una instalación eficiente, rentable y duradera.

La energía solar hace años que llegó para quedarse. De hecho, cada vez más hogares en España deciden instalar placas solares para reducir la factura de la luz y aprovechar una fuente de energía limpia. Sin embargo, no todo consiste en “poner paneles en el tejado y listo” ya que, a la hora de instalar, es fácil cometer errores que terminan reduciendo la producción o encareciendo la inversión.

Como distribuidores de material fotovoltaico, en Arentio vamos a hacer un repaso a los errores típicos al instalar placas solares en casa y cómo puedes evitarlos si estás pensando en dar el paso hacia el autoconsumo.

¿Cuáles son los errores más comunes al poner paneles solares?

No calcular bien tu consumo

Este es, probablemente, el error más habitual de todos. Muchas instalaciones se dimensionan “a ojo” sin analizar con detalle el consumo real de la vivienda. ¿El resultado? En algunos casos, una instalación demasiado pequeña que se queda corta y no cubre las necesidades de consumo de la familia. En otros, justo lo contrario: un sistema sobredimensionado que encarece la inversión inicial sin aportar un beneficio real y que tarda muchos más años en rentabilizarse.

Si quieres evitar el fallo, no te olvides de revisar tus facturas eléctricas de todo un año y sacar el consumo medio en kWh. Piensa que no consumes lo mismo durante todo el año y que, al final, el objetivo es cubrir tu media de consumo. Si además piensas comprar un coche eléctrico o instalar un aire acondicionado, tenlo en cuenta: tu consumo crecerá y conviene tenerlo en cuenta para cubrir su consumo.

Orientación y ángulo: no vale cualquier sitio

Lo hemos comentado ya en alguna ocasión, pero lo repetimos porque es importante: colocar las placas solares en el primer hueco del tejado sin pensar en la orientación es un error clásico que ha cometido mucha gente a lo largo de los años y que aun estás a tiempo de evitar. En España, lo ideal es que miren hacia el sur siempre que sea posible y que tengan una inclinación en torno a 30°. Una desviación leve puede hacer que pierdas entre un 10 % y un 20 % de producción al año por lo que es importante que intentes ajustarlo todo lo posible.

Esto no significa que no puedas poner las placas solares si tu tejado no es perfecto, pero sí que necesitarás ajustar el número de placas o instalar soportes que corrijan la inclinación.

Olvidarse de las sombras

Una chimenea, un árbol cercano o incluso un edificio colindante pueden generar sombras en el tejado, y basta una sombra pequeña en un panel para que todo el sistema rinda menos.

Hoy en día, esto se puede solucionar con tecnologías como los optimizers o microinversores, que permiten que cada panel trabaje de forma independiente. Es un detalle que a menudo se pasa por alto, pero que marca la diferencia en la rentabilidad de tu inversión.

Apostar por lo barato… puede salir caro

Siempre es tentador buscar paneles o inversores económicos, pero en energía solar lo barato suele acabar saliendo caro. Ten en cuenta que un panel de baja calidad puede perder eficiencia en pocos años o dejar de producir energía como, en teoría, debería hacer y, por supuesto, lo mismo pasa con inversores de marcas poco fiables o muy baratos.

Siempre decimos lo mismo: no hace falta que nos compres el material a nosotros, pero gasta el dinero en un proveedor de confianza que trabaja con marcas y productos de calidad que van a permitirte rentabilizar tu instalación y que te de garantías amplias de que tu instalación durará más de dos décadas en buen estado. Al final, el retorno de la inversión es mayor.

Olvidar la parte legal

Aunque instalar placas solares hoy es mucho más sencillo que hace unos años, todavía hay trámites que debes cumplir y tener en cuenta. En la mayoría de municipios necesitas al menos comunicar la instalación al ayuntamiento y, si quieres optar a subvenciones o bonificaciones en el IBI, es obligatorio hacerlo de forma correcta.

Saltarse este paso puede suponer sanciones o, peor aún, perder ayudas económicas que podrían ahorrarte miles de euros en la instalación.

Hacerlo sin profesionales

Sí, puedes montar los paneles tú mismo, pero al menos debería saber lo que estás haciendo. Si no controlas a la perfección lo que estás haciendo piensa que un solo error puede traducirse en todo tipo de problemas eléctricos o simplemente en una instalación que produce menos de lo esperado.

Un buen instalador no solo coloca paneles: estudia la orientación, calcula el número exacto necesario y se asegura de que todo funcione según la normativa de tu comunidad.

Pensar que no necesitan mantenimiento

Es verdad que las placas solares necesitan poco mantenimiento, pero eso no quiere decir que puedas despreocuparte. El polvo, el polen o incluso los excrementos de aves van reduciendo la producción de energía poco a poco. Deberías intentar limpiarlos al menos una vez al año para evitar que se acumule la suciedad.

El inversor también conviene revisarlo periódicamente, ya que es el componente más delicado del sistema.

Cómo calcular el número de placas solares que necesitas en tu casa o empresa
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